La Justicia rusa retiró ayer los cargos de piratería contra los activistas de Greenpeace detenidos por protagonizar una protesta en el Ártico el pasado septiembre y ha rebajado la acusación a delitos de vandalismo. La reducción de penas, en caso de condena, es sustancial: de 15 a 7 años. Pero, para la organización medioambiental la decisión rusa es sólo una cortina de humo:
...
http://es.euronews.net/