Veintidós heridos en Tuzla, en el norte de Bosnia, en una protesta por el cierre de varias factorías y empresas locales. Diecisiete de ellos son policías. Hay 24 detenidos.
Unas 600 personas, entre las que había algunos seguidores radicales del equipo de fútbol local, han tratado de ocupar varios edificios oficiales lo que ha terminado en disturbios.
El paro en el país, según las cifras gubernamentales, es del 27,5 por ciento.
“Las elecciones no cambiarán nada, solamente las acciones como esta, y me temo que todavía más radicales, pueden hacer que nuestros políticos se retiren”, decía un manifestante.
La tercera ciudad del país es una muestra de la desesperanza de los bosnios ante una crisis económica que dura desde el final de la guerra de los Balcanes. Tuzla ha basado tradicionalmente su economía en la industria química. La reciente oleada de privatizaciones y cierres ha dejado a centenares de personas sin trabajo.
