La lucha de brasileños por hacerse de una vivienda digna se da en todo el territorio. Sin embargo ONG como el movimiento de los Sin Techo acusan a quienes recuperan a través de la fuerza edificios abandonados que han sido ocupados por los ciudadanos, y aumentan con ello la especulación. Ante ese escenario el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, amanada del Partido de las Trabajadores, ha creado proyectos como "Mi Casa, Mi vida" —que ya ha beneficiado a más de 6 millones de personas— para subsanar esa carencia en las grandes metrópolis como Sao Paulo. teleSUR