La localidad de Santa Bárbara se enfrenta a la que podría ser una de sus peores tragedias medioambientales en décadas. El Gobernador de California, Jerry Brown, ha decretado el estado de emergencia por el vertido de unos 400.000 litros de petróleo el pasado martes debido a la ruptura de un oleoducto. Una quinta parte ha alcanzado el océano Pacífico.
Los responsables de sanidad de la región están recomendando evitar las áreas afectadas ya que advierten de que el contacto con el crudo y sus gases puede tener un impacto parra la salud.
Varios equipos trabajan para intentar paliar los daños. Según Los Angeles Times, la compañía responsable de la tubería había acumulado en los últimos nueve años 175 infracciones de seguridad y mantenimiento. Pese a ello, Greg Armstrong, director general de Plains All American Pipeline ha pedido disculpas por “el daño que hemos causado a la fauna y el entorno” y “la perturbación y los inconvenientes provocados a los ciudadanos y visitantes de este áre