Me parece que hay dos temas centrales. La Argentina financiera con esta situación que se va consolidando.
El súper peso y el dólar desmayado.
Ayer lo bañaron de pesos al Banco Central. El Banco Central dice que no mira el precio del dólar.
Si bien es cierto que se agrandó Sturzenegger y bajó la tasa de interés de las letras, en las tasas de los pases siguió pagando 24,75.
Vencían 236 mil millones, las ofertas fueron por 261 mil millones y el Gobierno captó 244 mil millones.
Nadie quiere dólares y tampoco ya nadie quiere nada.
Las acciones vienen muy bien. Han subido mucho Wall Street, los papeles en Argentina, pero está el riesgo de Trump.
No está claro cómo va a terminar la película.
El riesgo está presente sobre todo en las inversiones a largo plazo.
No hay mejor negocio durante toda la era Macri y los últimos años de Cristina fue vender dólares, prestarle los pesos al Central con las letras y seguir allí.
Esto profundiza la caída del dólar, que ayer siguió cayendo.
El blue estuvo muy ofrecido.
En los bancos se operó 15,70, 15,80. Eso tiene su correlato en la economía real.
Hablé con Miguel Ángel Broda. De alguna manera percibí un Broda más optimista que históricamente.
Números hay de todo. Aparecieron los números de la producción de acero y no fueron buenos. 12% de caída contra el año pasado y 7% de caída contra diciembre de 2016.
El consumo masivo en enero tampoco repuntó. Estamos hablando de artículos de limpieza, bebidas.
