La violencia que aqueja a México es uno de los problemas más graves que lega el presidente saliente Enrique Peña Nieto, quien en seis años de gobierno sólo profundizó más este flagelo con sus políticas de seguridad. Más de 50 mil efectivos militares fueron desplegados en un intento por terminar con la ola de asesinatos que en el sexenio rebasaron los 120 mil, estrategia que fue duramente criticada y rechazada por organizaciones de Derechos Humanos y diversos sectores sociales, quienes además se opusieron firmemente a la aprobación de la Ley de Seguridad Interior que pretendía regular la actuación de militares y marinos en tareas de competencia civil. teleSUR