Reuters)- Los civiles en la región rusa de Rostov se preparan militarmente por si llega el día en el que tengan que coger las armas. En la región habían anunciado cursos de entrenamiento de combate en las redes sociales debido a la proximidad de este territorio con el conflicto en Ucrania. Comparten un total de 400 km de frontera y los instructores aseguran que es una forma de proteger a su población. Los participantes recibieron instrucciones sobre tácticas básicas de combate y manejo de una variedad de armas, además de tener la oportunidad de perfeccionar sus habilidades de tiro con rifles de asalto.
SR