El gobierno argentino ha anunciado la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que será reemplazada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Este cambio, que implica una reestructuración y un recorte de 3100 empleados, busca eficientizar el sistema de recaudación y control aduanero. La medida ha generado inquietud entre los contribuyentes, aunque se presenta como un cambio institucional sin alteraciones significativas en las funciones del ente recaudador.