Un tipo con cara de perro malo deja al descubierto su pecho con el tatuaje de una Adelita y una faja llena de cuchillos. Momento clave en La balada del pistolero de Robert Rodríguez, bisagra en la vida de Danny Trejo y de la cultura pop en lo que se refiere a la presentación de un rudo en la gran pantalla. Además de sus 300 apariciones en las pantallas de cine (Machete, Fuego contra Fuego) y televisión (Los Muppets, Rick & Morty), el paso por la prisión de San Quintín antes de la actuación, su metier gastronómico con un local de tacos y un sello musical, Trejo le suma a su CV la conducción en Misterios inexplorados (estreno este miércoles a las 21.50 por History, también disponible en VOD). “Esto es diferente en el sentido en que soy yo. No estoy interpretando, no sé un asesino, digamos soy yo, soy yo. Y me gusta quién soy”, dice con su voz aguardentosa en una conferencia de prensa de la que participó Página/12.