Una marcha en apoyo a los jubilados cerca del Congreso se convirtió en un escenario de violencia, resultando en 103 detenidos y 10 policías heridos. Los enfrentamientos intensos revelaron la creciente tensión entre los manifestantes y las fuerzas del orden. La situación se volvió crítica, poniendo a prueba la capacidad de manejo de las autoridades. Las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos y formaron cordones para controlar a los manifestantes