Siempre hemos sostenido que el PSOE es el partido más corrupto de Europa.
Lo mantenemos y tenemos que añadir un matiz: es también el más putero de Occidente.
La lista es tan tórrida como interminable y va de las pilinguis que el diputado socialista Tito Berni ponía a disposición de vecinos de escaño y empresarios, tras atiborrarlos de solomillos, whisky y viagra para facilitar los negócieles, a los cientos de miles de euros que los estafadores de los EREs fundieron en lupanares andaluces.
Y hoy, de la mano de Luis Balcarce, quien se destetó como reportero aquí en Periodista Digital y ahora triunfa como subdirector en OKDiario, nos llega la guinda.