En el interior de la Ciudad de la Justicia de Valencia, la jueza escucha testimonios como el de Victoria. Su marido intentó sobrevivir a la riada en el tejado de su caseta en Cheste. Por teléfono ella le decía "tranquilo que van a ir a ayudarte. Y era mentira, porque nadie me cogía el teléfono pero no se lo podía decir. Tenía que darle ánimos para que aguantara", cuenta antes de comenzar su declaración.