Es el escándalo que no cesa.
Y es que cuanto más se abunda en el caso de la 'amiga especial' de José Luis Ábalos, más esperpéntica se vuelve la situación.
Por segundo día consecutivo, Fernando Fernández Maíllo, senador del PP, consiguió una confesión bestial en torno a esa mujer que tanto encandiló al entonces ministro de Transportes, el socialista José Luis Ábalos.
Fue durante la comparecencia del presidente de la empresa de Transformación Agraria (Tragsa), Jesús Casas Grande, ante la Comisión de Investigación sobre los contratos, licencias, concesiones, ayudas y otras operaciones del Gobierno y del sector público, relacionadas con la intermediación de Koldo García Izaguirre y con las demás personas vinculadas a la trama investigada en la Operación Delorme.
El político del Partido Popular, que volvió a protagonizar un largo interrogatorio, logró que el compareciente asintiese cuando se le preguntó si era cierto que a Jésica se la consideraba en el ámbito laboral como la "sobrina de Ábalos".
