Jerusalén, 23 abr (EFE).- El artista Yehuda Bacon (Checoslovaquia, 1929) observa tres de los autorretratos que pintó tras su paso por los campos de concentración nazis: el primero en 1945, cuando fue liberado de Gunskirchen; otro en 1948 y el último, el más oscuro, en 1960. Pese a los problemas cognitivos que le mantienen en silencio durante buena parte de la conversación, al verlos no tarda en advertir: "Este no es Yehuda Bacon, es tan sólo una pintura".