En un reciente escándalo mediático, se han filtrado supuestos chats entre el periodista Diego Brancatelli y su amante, lo que ha generado gran revuelo. La mujer involucrada, cuyo nombre no se menciona en la transcripción, sostiene que aunque el vínculo es real, los mensajes filtrados no lo son. Según ella, su celular fue robado en marzo y desde entonces ha sido víctima de hackeos. La implicada afirma haber entregado sus dispositivos al estudio del abogado Juan Pablo Fioribello para investigar las intromisiones digitales. Los peritos habrían detectado accesos no autorizados desde cuatro ubicaciones distintas. A pesar de las acusaciones y la exposición pública, ella insiste en que nunca habría filtrado la información por voluntad propia.
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