Al menos 3.300 palestinos han muerto en bombardeos contra viviendas, calles, tiendas de campaña, hospitales y colegios convertidos en refugios desde que el Ejército israelí reanudara el pasado 18 de marzo los ataques a lo largo de la Franja de Gaza, en lo que ya constituye el preludio de una nueva ofensiva terrestre que comenzó este fin de semana cobrándose centenares de vidas.