El gobierno de EE.UU. propone pagar $1000 a refugiados ucranianos que regresen voluntariamente a Ucrania. Desde Moscú, se cuestiona la medida, señalando que busca reducir el apoyo internacional a Kiev y evadir compromisos humanitarios. Rusia la interpreta como una estrategia para aliviar presiones migratorias y debilitar la solidaridad global con Ucrania, en un contexto geopolítico tenso. teleSUR