En los últimos días, el caso Koldo ha vuelto a incendiar la actualidad política española con un nuevo y rocambolesco capítulo.
El periodista Carlos Herrera ha soltado una “bomba informativa” en su programa matinal en 'Herrera en COPE': Mercedes González, directora de la Guardia Civil, llamó en dos ocasiones a Leire Díez, conocida como la “fontanera” del PSOE, mientras esta mantenía una reunión secreta con Rubén Villalba, agente del instituto armado imputado por el escándalo Koldo. Las ramificaciones de este episodio apuntan directamente al núcleo duro socialista y abren serios interrogantes sobre las prioridades y lealtades en las más altas esferas de la seguridad pública.
El encuentro secreto: teléfonos apagados y ofertas tentadoras
La escena podría formar parte de un thriller político. El 10 de marzo, Leire Díez se reúne en un restaurante de Leganés con Villalba. La cita, según varios testimonios y grabaciones, fue auspiciada por el propio Koldo García, exasesor ministerial y principal imputado en la trama. Las medidas de seguridad no dejaron lugar a improvisaciones: cacheos previos y móviles fuera para evitar escuchas o filtraciones.
Durante esa reunión, Díez habría ofrecido a Villalba protección judicial y una posible rehabilitación profesional dentro de la Guardia Civil, a cambio de que colaborase en una campaña para desprestigiar a la Unidad Central Operativa (UCO), pieza clave en la investigación que salpica al Gobierno central. Una vez recuperados los móviles al terminar, la sorpresa: dos llamadas perdidas de Mercedes González al teléfono de Leire Díez. ¿Casualidad? ¿Seguimiento milimétrico? La pregunta flota en el ambiente político madrileño desde entonces.