El agente de la Policía Federal declaró que disparó en defensa propia durante un intento de robo en el que fue abordado por cuatro delincuentes armados. Realizó 11 disparos con su arma reglamentaria: uno de ellos impactó en Thiago, un nene de 7 años que esperaba el colectivo con su padre y falleció horas más tarde.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldó públicamente al agente y pidió su liberación. Sin embargo, el fiscal Diego Rulli lo indagó por exceso en la legítima defensa. El hecho desató un fuerte debate sobre el uso de la fuerza y las consecuencias de la inseguridad.