Pocos pasajeros se encontraban en las primeras horas de este domingo en los mostradores de Air India en el aeropuerto internacional de Ahmedabad. Algunos de los que iban a tomar un avión lo hacían con miedo y reservas, tres días después del siniestro del vuelo AI-171, que se estrelló pocos kilómetros después de despegar contra una residencia hospitalaria y dejó más de 200 personas sin vida.
Créditos: EFE