El esotérico Yamarash invitó a su padre, el Hermano Parka, a realizar un ritual especial lleno de intención y energía espiritual.
Frente a la imagen de Blanca, la Santa Muerte, padre e hijo pusieron “manos a la magia” en un acto representativo de sanación, armonía y protección, acompañado por “las niñas”, como llaman cariñosamente a sus figuras espirituales.
El ritual fue realizado con un enfoque en la salud física y espiritual.