Desde el 2019, Nuevo León prohibió el uso de caballos para carretones y fijó sanciones por violencia contra los animales mediante reformas a la Ley de Protección y Bienestar Animal de Nuevo León aprobadas por el Congreso del Estado.
Además se estableció un plazo de 180 días para sustituir al ejemplar utilizado, por un vehículo motorizado.