No me parece mal, si lo que se pretende es agitar el cotarro, que Feijóo no descarte la moción de censura, aunque no creo que ni al más atolondrado de Génova 13 se le pase por la cabeza que vaya a aparecer cinco diputados, de los que llevan siete años chupando del frasco y chantajeando a Sánchez, dispuestos a dejarlo caer y abrir camino a un Gobierno de centroderecha.
El marido de Begoña es ahora, con Cerdán en la cárcel y la UCO amargándole la vida, mucho más exprimible que nunca para los zarrapastrosos, separatistas, proetarras y golpistas que lo auparon a la presidencia.
Los populares deben tener claro que con Puigdemnont y los xenófobos de Junts, así como con los meapilas peseteros del PNV, no se puede ir ni a cobrar la lotería y centrarse en lo importante.
Que no es otra cosa que articular con VOX una estrategia que les lleve a La Moncloa, este otoño como pronostican los optimistas o en 2027, cuando al amo del PSOE no le quede otra que convocar elecciones.
Michavila y los gurús que rodean a Feijóo, atiborrados de sondeos, acarician la idea de llegar a los 160 escaños y gobernar en solitario.
Alguno, incluso, sueña con la posibilidad de que los socialistas, llegado el momento, se echen a un lado para evitar que VOX entre en el ejecutivo.
No se enteran de lo que va esta película, porque los que se han abrazado a los asesinos de sus compañeros y a los enemigos de España, están tan enfermos de sectarismo que pactarían con los talibanes o con los carteles de la droga mexicanos antes de facilitar nada al PP.
Así que a la tarea, paisanos y con la idea de que vais de la mano de VOX o -como os pasó en 2023- os volvéis a quedar a las puertas de La Moncloa.
Si Abascal saca más de 40 diputados, gobierno de coalición. Si no llega, lo que parece improbable, pacto de investidura o de legislatura y a poner en pie de nuevo a España.
Soñar con que Abascal, llegado el caso, entregará gratis et amore su apoyo a Feijóo, como hacerlo con una conversión milagrosa de algunos separatistas asqueados por la corrupción o con la fantasía de que un PSOE sin el dogal de Sánchez les dejará acceder al Gobierno, condicionándolo a que no pacten con VOX, son suicidas insensateces.
En la pista central de Roland Garros, donde ganó Alcaraz hace un mes, hay un cartel muy grande que reza: "La victoria pertenece a los más tenaces”.
Suscribimos esa tesis, así como la de que no hay sucedáneos para el triunfo y que este sólo se logra, cuando se echan pelotas a la vida.
¡A por ellos, que los tenemos rodeados!