El Parlamento de Cataluña ha vuelto a ser escenario de una escena de alto voltaje político que, pese a su teatralidad, resume a la perfección el pulso crónico entre independentismo y Estado.
Laia Estrada, presidenta del grupo parlamentario de la CUP, rompió en el pleno del 17 de julio de 2025 una fotografía de Felipe VI al finalizar su intervención en el debate sobre la “debilidad del Estado en Cataluña”, una moción presentada por el Partido Popular que pedía valorar positivamente la presencia del Rey en la comunidad autónoma. El gesto ha sido tan gráfico como polémico: imagen boca abajo, mirada desafiante y la frase “los catalanes no tenemos Rey” como colofón.
La acción ha encendido los ánimos en el hemiciclo. PP y VOX han protestado airadamente, acusando a Estrada de faltar al decoro parlamentario y reclamando que fuese llamada al orden por la Mesa. Sin embargo, la vicepresidenta primera, Raquel Sans (ERC), quien presidía en ese momento ante la ausencia de Josep Rull (Junts), defendió que “no se ha producido ninguna expresión ofensiva”, limitándose a pedir respeto hacia las decisiones de la Mesa.
El PSOE de Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña, no dijo ni media palabra.