Incels aparte, ya lo he dicho esta mañana, y lo vuelvo a repetir: Todo el acoso y maltrato que ha sufrido Juana Rivas (y con la violencia que se ha ejercido), viene sobre todo por darle voz a su maltratador (condenado), como han hecho en masa esta mañana todos los medios. Por lo menos, en lugar de preguntarle si "tiene ganas de abrazar a su hijo", preguntarle por sus delitos.