Anoche, cuando faltaban pocas horas para que finalmente entraran en vigor los aranceles globales que avanzó el pasado dos de abril, Trump publicó dos nuevas órdenes ejecutivas. Por un lado, a nivel general, retrasa la puesta en marcha de los gravámenes hasta el 7 de agosto. Eso, por un lado. Por otro, rebaja, limita o endurece las tarifas en función de si los países han alcanzado algún tipo de acuerdo comercial con Estados Unidos.