La Fundación Ancón impulsa un proyecto para combatir la contaminación plástica en Panamá, un problema que solo en 2022 generó 90 kilos de residuos por persona, con materiales que pueden tardar hasta 500 años en degradarse. Entre los desechos más nocivos para el ambiente y la salud destacan los envases de PET (tereftalato de polietileno), el HDPE (polietileno de alta densidad) presente en productos de higiene, así como los plásticos flexibles utilizados en embalajes y los juguetes, considerados altamente incidentes en su uso y descarte.