La defensa de Conrad Murray abandona la teoría de que Michael Jackson se inyectó él mismo propofol, el anestésico que, según la autopsia, causó su muerte. Este inesperado cambio de estrategia supone un duro golpe para las aspiraciones de Murray en su intento de evitar la pena de cárcel que podría cumplir si, finalmente, es condenado por homicidio involuntario. http://es.euronews.net/