Según informaron testigos a los medios televisivos estatales, el día domingo se produjo una explosión en un un gasoducto que se extiende desde Egipto a Israel.
El gasoducto, que también suministra gas a Jordania, ha sido objeto de ataques por lo menos en doce oportunidades desde que el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, fue derrocado en 2011.
La última explosión tuvo lugar en la ciudad Massaeed, al oeste de la ciudad costera mediterránea de El-Arish.
Luego de la explosión, el bombeo fue detenido, mientras las fuerzas de seguridad y las dotaciones de bomberos arribaban a la zona.
Cabe destacar que tras la caída de Mubarak, la seguridad en el Sinaí se ha debilitado, al igual que la presencia policial.
De acuerdo con la empresa de transporte Gasco, subsidiaria de la Compañía Nacional de Gas EGAS, las explosiones anteriores han llevado a la suspención de la producción del gasoducto por varias semanas.
En el mes de noviembre, Egipto anunció que reforzaría las medidas de seguridad a lo largo de la tubería, mediante la instalación de dispositivos de alarma y reclutando patrullas de seguridad para controlar la zona.